Berta, Miguel, Román, Roberto, Chimo, Antonio, M.Carmen, Salva, Florencio y Manolo.

Diez intrépidas personas se aventuraron a recorrer, a plena luz del día del sábado 23 de agosto de 2008, los intrincados y peligrosos barrancos del Fresnal y Queixal, repletos de una desacostumbrada y exuberante vegetación que da cobijo a una variedad de animales invisibles, aunque no así sus abundantes desechos.

Llegamos en coche a las Moratillas hacia las ocho de la mañana y los altímetros marcaban una altura sobre el nivel de mar de unos 757 metros. Rápidamente comenzamos a desandar el camino hecho previamente en coche en dirección a Buñol hasta que al cabo de una media hora tomamos un camino hacia la izquierda, un punto donde camino y senda GR7 (gran recorrido) se separan. La bajada hasta el barranco del Fresnal se hace por un camino flanqueado de árboles y arbustos que presentan una gran variedad. A las 9 estábamos en el fondo del barranco (645 m) por donde sigue el GR7 y en dirección al barranco del Queixal nos encontramos con el PR (pequeño recorrido) que conduce a la fuente de la Umbría, sin desviarnos seguimos por el barranco pasando por la fuente Roser (616 m, sin agua) y llegamos a la casa Codos (595 m) media hora más tarde. Este lugar es el punto de encuentro del barranco del Fresnal con el del Queixal, es un espacio abierto de una belleza paisajística acomodada a todas las estaciones del año: las gotas de rocío y escarcha en las mañanas invernales, los fresnos y arbustos floridos en primavera, la intensa luz en verano y las hojas caducas en otoño.

Casa Codos, donde se encuentra el barranco del Fresnal con el del Queixal.
Casa Codos, donde se encuentra el barranco del Fresnal con el del Queixal.

El GR7 atraviesa el barranco del Queixal y nosotros lo abandonamos al seguir por el mismo barranco hacia la izquierda en dirección a la aldea de Mijares, pero antes buscamos como siempre un lugar adecuado para recuperar fuerzas, unas grandes piedras en el lecho del barranco hicieron las veces de sillas y mesas durante una media hora de solazamiento.

Almuerzo en el barranco del Queixal.
Almuerzo en el barranco del Queixal.

A las 11 menos cuarto vimos la senda (565 m) que asciende hasta las Moratillas y que en otras ocasiones hemos recorrido como alternativa para hacer esta excursión más corta. Seguimos barranco abajo y las paredes laterales iban cerrándose gradualmente hasta la salida al nacimiento del Mijares donde casi las podíamos tocar con los brazos en cruz.

Final del barranco del Queixal, cerca del nacimiento del Mijares.

Observamos la fuente del nacimiento y seguimos el camino que lleva hasta la casa del Coronel (517 m) a la que llegamos cuando eran las 12 y 10 minutos. Tras una breve conversación con el casero retomamos el GR7 que pasa por la casa del Coronel que viene de Tabarla en dirección a las Moratillas, y hacia la una  media ya estábamos en el cobertizo de este espacio natural preparados para pasar un agradable rato alrededor de unas apetitosas viandas (no es necesario hacer fuego para una «torrá» para sentirse cómodo en el monte) con frutos secos, papas, «sebollicas en vinagre», fiambre, conservas, ensaladas, bollos, bebidas, sandía y «pastelicos».

Casa del Coronel en la aldea de Mijares.
Casa del Coronel en la aldea de Mijares.

Observaciones:

Esta ruta es de dificultad baja, solamente hay que tener cuidado con no doblarse algún pie cuando se camina por las grandes piedras del barranco del Queixal. La duración es de unas cinco horas cuando se hace con mucha tranquilidad, la distancia recorrida es de unos 12 km.

3 comentarios

  1. Pese a no ir por las Tetas y almorzar media hora más tarde de lo
    que me pedía mi cuerpo serrano, fue un día perfecto.
    Nos faltó para estar más agustín, Agustín y para haber almorzado más pronto E-milio que es un cagamandurrio y un miajica.
    Espero que vengan a la próxima.

    Propongo que entre otras salidas hagamos una siguiendo la letra de la canción anem a vore la suisa valensiana. Sólo que en vez de coger el tren en Valencia, habrá que cogerlo en Vara de Quart.

    Pd.: Si a Agustín le duelen las piernas me ofrezco a llevarlo a la silleta la reina…
    un rato.

  2. Esa ruta es muy bonita, pero eninvierno me gusta mas, hay menos maleza.

    saludos

  3. ¿La Casa del Coronel?. Desde hace más de 12 años que ya nadie (excepto algún buñolero) siguen llamando a este lugar así. A nivel internacional se la conoce como Casa del Río Mijares. Poneros al día.

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